Un hada de ojos celestes.


Esa fue la única vez que el hombre ratón estuvo verdaderamente con ella. Un momento mágico, entre risueñas emociones en un mundo en el que no debiamos estar... al cerrar, me olvidé... sigo pidiendo perdón.







Tramposo primer amor que nunca amé,
descubro en tus ojos el desconcierto de quien soy.
Una llave nos abre la puerta  
a un nuevo año prestado.
Sólo su presencia ausente
nos impide el amar.

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